En el Día del Bombero, cada mes de marzo, el día 11 en concreto,
recordamos a esos hombres que tienen como tarea principal apagar incendios,
apagar fuegos. Cuando nosotros hablamos de fuegos, podemos pensar en bomberos,
pero también podemos pensar en la necesidad de apagar otros fuegos, en otros
tipos de bomberos, y así, de una o de otra manera, todos hemos de ser bomberos
en nuestras vidas, porque necesitamos apagar los fuegos de la ira, de la rabia,
que lleva a la violencia, apagar el fuego de la violencia. Podemos pensar
también en apagar el fuego de la pasión sexual; cuánto daño, cuántas
violaciones se cometen, cuántos crímenes se hacen, precisamente porque no se
apaga el fuego de la pasión sexual. Podemos pensar en el fuego voraz de la
ambición del poder. En el Día del Bombero, podemos pensar en los incendios de
las casas que se queman, pero también podemos pensar en los otros incendios
humanos, que pueden estar en el mismo corazón nuestro.
Hasta mañana, si Dios, usted y yo lo
queremos.
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